Los gobiernos populistas de Latinoamérica presionan a las operadoras europeas
Tanto Telefónica como Telecom Italia están sufriendo el cambio de reglas que están llevando a cabo estos gobiernos, que quieren nacionalizar las operadoras. En este sentido, Telecom Italia, de la que la compañía presidida por César Alierta cuenta con el 6,9% del capital (y el 10% de los derechos políticos), se ha encontrado con que el Gobierno de Evo Morales quiere nacionalizar su filial boliviana, Entel.
Para presionar a la operadora italiana, el Gobierno ha publicado multas e impuestos que debe abonar Entel por valor de unos 45 millones de euros. La compañía boliviana, que fue privatizada hace una década y domina los mercados de larga distancia, datos, internet y telefonía móvil, rechazó lo scargos que se le imputan, mientras que la Superintendencia Tributaria General (STG), a través de su portavoz, declaró que la resolución “se fundamente en la constitución”.
No es la primera presión que sufre Telecom Italia del Gobierno de Evo Morales. La compañía rechazó también el pasado miércoles el anuncio oficial de otra multa de 4,5 millones de euros por incumplimiento de metas de ampliación y calidad de sus servicios.
Moneda de cambio
Para la compañía italiana, todas estas denuncias y la declasificación de información son formas de presionarles para que se sienten a negociar con los representantes del Estado que buscan la nacionalización de la compañía.
Desde Venezuela, Telefónica también se está encontrando con presiones del Gobierno de Hugo Chávez. Recientemente, la operadora española debió acudir a la OPA “forzosa” que lanzó el Gobierno por CANTV. La compañía tenía el 6,9% del capital por el que recibió unos 85 millones de euros.
Sin embargo, no es esa la única forma de competencia ilícita que ha encontrado Telefónica desde el Gobierno de Chávez. La semana pasada, nada más hacerse con el control de CANTV, el presidente venezolano anunció las primeras decisiones, entre las que se encontraba una reducción de las tarifas de la telefonía móvil del 20%, de forma gradual: un 10% a partir de junio y el otro 10% desde el 15 de agosto.
De esta forma, Movistar, unidad de Telefónica en Venezuela verá amenazado su liderazgo en el país por Movilnet, la filial de la recientemente nacionalizada CANTV, ya que el margen de diferencia es muy estrecho.
En Venezuela hay un total de 19,6 millones de líneas de telefonía móvil, de los que 9,1 millones de clientes corresponden a la filial de Telefónica.
El mercado venezolano muestra un fuerte dinamismo, que se refleja en una penetración de alrededor del 72%.
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